El año pasado hubo un total de 2.647 situaciones de violencia -un promedio de poco más de siete por día- registradas entre los diferentes servicios, como los Centros de Atención a la Infancia y la Familia, los Clubes de Niños, Línea Azul y otras instituciones.
En cuanto al sexo, si bien hay una paridad hasta los 12 años, a partir de la adolescencia aumenta el porcentaje de mujeres violentadas.
En 2016, del total de las situaciones registradas, se pudo contar con información completa sobre las violencias sufridas por los niños, niñas y adolescentes en 2.375 casos, casi 90%.
En el caso del abuso sexual, las víctimas son mayoritariamente de sexo femenino: 74%. Hay una doble vulneración de niñas y adolescentes, y se evidencia una preeminencia de los varones como agresores. El abuso sexual aumenta con la edad y llega a su pico en el rango de mayores de 18 años.
De los niños, niñas y adolescentes que sufren violencia sólo 38% la visualiza, lo que muestra la naturalización de la violencia.
AGRESORES:
El 93% de las personas que agreden son familiares directos o pertenecen al grupo de convivencia del agredido. En 36% de los casos el padre es el agresor, y en 35% es la madre; 11% corresponde a la pareja de la madre, 10% a otro familiar, y 7% a una persona que no es de la familia. En 1% de los casos el agresor es la pareja. 96% del abuso sexual es cometido por hombres, y el maltrato emocional también es ejercido mayormente por varones (67%), así como el maltrato físico (61%).
El grupo de edad de entre 30 y 39 años concentra 36% (más de un tercio) de quienes agreden, seguido del grupo entre 18 y 29 años, con 24% (casi un cuarto del total).